5 de mayo de 2017

Materia solar

Cuarto oscuro. Lo que parecía desplazarse más adentro, trataba de salir. Era luminoso. Bajo los párpados,  una sustancia extrañamente leve: materia solar. El ojo es transparente, pero tamiza. La luz, transfigurada en sombra, entra. El ojo es ahora un espacio para el tiempo: los instantes se recogen vibrando en él. 
 
Ebullición de luz, imagen, metamorfosis. Duración sostenida. Cada sombra es atravesada por la luz. La proyectamos sobre una mesa. Las manos son, como un párpado, el tamiz. Muy quieto, el pájaro se ha posado de pronto en el aire.