9 de agosto de 2017

Una casa en el desierto

El camino es angosto. El río está lejos. Aquí, ante la inmensidad, ¿para qué? Abubillas cruzan el sendero. Escucho una voz. 

Hay una casa en el desierto, donde la tierra es yerma. En ella tiene su mundo una raíz. Se alza cada vez la luna en la montaña. La dejo atrás. Es roja. 

Por el silencio distinguimos a un animal de otro. Limpiamos una porción de terreno apartando ramas, piedras. Dormimos. Se hace de noche. El tiempo se asemeja a la superficie del agua cuando pasa el viento. 

Alguien dice el nombre de una constelación: Orión. Y de un planeta: Júpiter. No puedo ver con claridad un rostro. El pájaro nocturno canta sobre mí. Guardamos el sonido, no sabemos por qué. 

Los roedores hacen ruido cuando tratan de entrar. Por la mañana busco huellas invisibles. De vuelta a la senda cruzo el campo vacío, donde se han secado este verano las encinas más jóvenes.