Tú, yo. Entre las palabras una coma. Breve intervalo. Lo escuchamos. Sostiene, sin decir. Suspende, pero no absuelve. Sólo invoca. ¿A quién, a qué?
Dijiste: estar atentos a la pausa imperceptible, a la coma entre las cosas. Es un umbral casi vacío — dijiste — un cambio de aliento, únicamente.
Imágenes y límites. Algo comienza. ¿Dónde? Aquí, junto al extremo del mundo. Aquí: en las hondas superficies.
En el mismo centro errante, callado del habla.