19 de marzo de 2017

La duración visible

Mirar es el comienzo, lo más transparente y oculto para el fotógrafo. Hemos supuesto, demasiadas veces, que mirar es un mero recorrido visual por lo real. Pero mirar es más bien una forma de apertura y de creación: apertura porque algo llega hasta nosotros; y creación, porque sólo al mirarlo toma forma, existe. Para la mirada, el espacio es una zona indefinida en la que parece desplegarse el mundo. Pero lo decisivo es el tiempo: todo mirar es una experiencia de duración.

Vamos a pensar la fotografía como una investigación sobre la mirada. Pensar la fotografía quiere decir: observar atentamente cómo es fotografiar. La propuesta aquí es considerar la mirada no sólo cómo una parte más del proceso fotográfico, sino como de hecho el momento esencial que sostiene al resto de la práctica. Vamos, por tanto, a pensar la mirada, observando con atención, intentando descubrir de qué manera es un proceso que transcurre en el tiempo y cómo nos incumbe. Fotografiar puede ser entonces una investigación sobre el tiempo: sobre lo perdido, sobre lo que permanece y lo que aguarda, sobre lo incierto. En otras palabras: una investigación sobre lo que se transforma y dura, sobre la duración.

(Introducción del taller La duración visible)