25 de enero de 2016

Opacidad

La luz para mostrarse necesita un cuerpo opaco, silencioso, un cuerpo que reposa en sí mismo.
Pertenece a lo que la circunda un manto de sombras que se desplaza más allá cuando se posa en él el ojo. No se ve. Está presente.

Hay un viaje que se hace a los límites y que pasa por esta zona de silencio. La opacidad es la condición de las cosas que, en su presencia, son lo suficientemente densas para que lo más transparente aparezca. La luz y la sombra son modos de la ausencia que dependen de la opacidad del mundo. Allí donde la luz descansa la sombra calladamente se abre. Esta es la claridad.